Un poco de historia: The Oregon Trail

Probablemente la imagen que antecede estas palabras les hará pensar que hablaremos de algún jueguito de los simpson o algo de terror: esto siempre y cuando no hayan leído el titulo del post, claro esta. Lo cierto es que la imagen y el título pueden generar confusión. La idea inicial era abrir con el video de Marge diciendo las siguientes palabras:

Hola a todos de nuevo, como siempre debo advertirles que este programa de noche de brujas es muy muy horripilante y los padres que prefieran llevar a sus niños a la cama… Valgame Dios! , el programa es tan horripilante que el Congreso no nos deja pasarlo, y en su lugar sugiere pasar la clasica de vaqueros «200 Millas a Oregon».

En ese momento los simpson se encontraban en medio de una disputa legal por cuestiones de violencia en sus episodios. La película en si no existe y lo único que nos importa es la referencia a Oregon, la cual nos da el pie necesario para hablar de un jueguito llamado The Oregon Trail.

Antes que nada y para rellenar un poco, vamos a hacer un breve repaso histórico en la medida en que nuestras capacidades lingüísticas y expositivas nos lo permitan.

En 1804, el gobierno de los Estados Unidos le compra a Napoleón Bonaparte los territorios de la Luisiana: eran dos millones de kilómetros cuadrados que los yankis compraron a solo unos miseros 15 millones de dolares o siete centavos de dolar legal por hectárea. Este terreno se interponía entre las 13 colonias originales y los territorios de Oregon.

Esta compra motivo a un montón de buscones a movilizarse, pues dichas zonas se encontraban parcialmente despobladas e inexploradas. Cientos de muertos de hambres y buscavidas se dedicaron a hacerse con terrenos y comenzaron a instalarse pequeñas industrias de tramperos, cazadores, pescadores, etc.

Para el año 1846, en otra brillante movida diplomática, el gobierno yanki se quedó con parte de los territorios de Oregon que la corona británica todavía mantenía. Todas estas movidas expansionistas pudieron hacerse gracias a algo que se llamo Destino Manifiesto. Esta era una doctrina cuasi religiosa que decía, básicamente, que los yankis tenían el deber de conquistar todo hasta llegar al Pacifico. De esta manera, para el 1848, los yankis también se quedaron con los estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nueva Mexico y Texas; todas ellas arrebatadas a sus vecinos mexicanos del sur.

72 años después de la emancipación inglesa, los yankis colonizaron las zonas que o bien compraron o bien masacraron; mientras tanto, nosotros tuvimos que esperar 75 años para echar a los pobres diablos de la Patagonia para luego regalarle las tierras a los ingleses.

Retomando. Una vez adquiridos los terrenos hacia falta llenarlos con gente y así fue que surgió algo que luego se conoció como La senda de Oregón (The Oregon Trail). Motivados por las aventuras, el hambre y la necesidad de tener un cacho de tierra donde plantar papas o algo para alimentarse, grandes masas de pobres diablos, nacientes empresarios y aventureros indómitos, se embarcaron en una loca inmigración hacía Oregon, donde los esperaban tierras libres para poseer. El gobierno les prometía que podían quedarse con las parcelas que quisieran -con un limite de 2 a 5km2 de extensión. Eso sí, debían hacer solitos el camino que consistía en 3200 km a través de desiertos, ríos, montañas, sequías, hambrunas, enfermedades e indios asesinos.

Dicha travesía es muy tradicional en la cultura yanki ya que demuestra gran parte de su espíritu expansionista y emprendedor. La conquista del oeste es una de las grandes temáticas del folklore estadounidense y no es para menos: atravesar tantas extensiones de terreno con unos carros tirados por bueyes no es poca cosa.

Dicho todo esto, ya podemos ir acercándonos al juego.

En el año 1971 Don Rawistch, un joven entusiasta de las computadoras y la educación, creó The Oregon Trail para las computadoras de aquella época. El juego servía para aproximar a los estudiantes en lo que fueron aquellos grandes viajes migratorios. El código original se perdío.

En el 74, la Minnesota Educational Computing Consortium lo contrató para reescribir el juego y subirlo a su red de computadoras. Esta vez añadió más cosas al juego empezándole a darle la forma que hoy tiene, aunque todavía, claro esta, sin interfaz gráfica.

Tendría que llegar el año 85 para que pudiésemos ver algunos gráficos en las pantallas y fue de la mano de las primeras Apple II que The Oregon Trail tomó color. Al día de hoy siguen saliendo versiones, mas que nada teniendo en cuenta el boom de los jueguitos para android/iphone. La versión de la que vamos a hablar es la de DOS, The Oregon Trail Deluxe, asi que empecemos de una vez por todas.

El juego es muy simple y si no se hacen una idea de lo que hay que hacer es porque son unos vagos que no leyeron nada. Hay que llegar a Oregon como sea o morir en el intento.

Para esto, antes que nada, deben elegir que profesión tener. De eso depende con cuánta guita empiecen o con que bonus arranquen, como muestra la imagen. Como siempre en esta vida los docentes se llevan la peor parte inicial pero el mayor bonus al final: esto es, cuando llegan a Oregon se hará un recuento de cómo llegaron y ese sera el puntaje final; dependiendo la profesión ese puntaje se multiplica y el docente es el que más multiplica.

Luego deben comprar las provisiones. Acá es importante hacer una buena distribución. Oxen son los bueyes que tiran el carro y mi recomendación es comprar 10 al menos. Hay que llevar balas también y repuestos para el carro. Y, obviamente comida, pues nuestros colonos comen como cualquier persona normal. Y todo esto sin quedarse sin plata.

Una cosa a tener en cuenta es que la comida puede luego cazarse. Es decir, para eso están las balas. Pero hay que cazar de manera coherente porque sino, conforme avancemos, el juego nos advertirá que hemos depredado de todos los animales, como bien nos recuerda un capitulo medio choto de los simpson.

Luego de comprar todo ya estamos casi listos para partir. Primero debemos determinar en que época del año vamos a salir. Esto es muy importante porque debemos salir entre abril y junio, momento en que los pastizales siguen verdes -necesarios para que los animales de tiro coman- y el invierno ha pasado.

Nuestra travesía comienza en el poblado de Independence, en Missouri, uno de los tantos puntos claves de la Senda de Oregon.

Hecho ya todo esto podemos partir hacia la gloria y las riquezas de Oregon. Lo importante es llegar como sea y en lo posible con todos los colonos vivos.

A medida que avancen, los tipos se van enfermando y lo más clásico es morir de disentería como bien reza la remera del creador. Esta enfermedad se produce por consumir alimento o agua en mal estado y produce una diarrea mortal con sangre; una enfermedad un poco fuete para nombrársela a los purretes que jugaban a esto en la escuela.

Otra enfermedad recurrente en el juego es ser mordido por una serpiente. La mayoría de las veces se puede solucionar descansando unos dos días, siempre y cuando en ese momento no te encuentres en medio del mas infernal desierto con temperatura que llegan a los 50 grados. Si te pasa eso, es muy posible que mueras, sobre todo por la falta de agua y ni hablar si para ese entonces ya no tenes alimentos.

La ruta de Oregon pasaba por numerosos ríos. En algunos de ellos, muchos oportunistas pusieron a disposición unos ferris para ayudar a cruzar los cauces; en otros, simplemente había que cruzarlos caminando. Los ferris cobran 5 dolares para pasar. Podes arriesgarte a cruzarlo con el carro y todo; dependiendo de la profundidad y correntada del río este puede ser fácilmente atravesable o todo puede terminar en una perdida absoluta y empezar de nuevo. Para eso esta la parte de guía, no sean vagos, ahí explican bien eso.

Conforme avancen en la travesía irán quedándose con menos plata y menos comida. Para esto último pueden recurrir, como les dije, a la cacería. No son necesarias muchas balas pero si una mínima puntería. Cuando uno ve corretear los animales empieza a disparar a mansalva como si fuera el Duckhunt: lo cierto es que no hace falta matar setecientos bisontes porque al fin y al cabo el carro solo puede cargar uno o dos.

Otra forma de generar plata para comprar víveres es ir vendiendo las cosas que no necesitan; por ejemplo, balas, ropas o repuestos del carro: haciendo esto pueden generar un buen flujo de guita siempre y cuando no necesiten de dichos bienes.

Cuando la comida escasee, también se puede bajar las raciones de la misma. Si la ración es muy baja por mucho tiempo, puede traer problemas.

A medida que avancemos iremos encontrándonos con diferentes fuertes históricos que formaron parte de los primeros enclaves de los colonos; también nos encontraremos con accidentes geográficos conocidos como la Chimney Rock, el río Laramie, el río de Kansas, entre otros. El viaje nunca es lineal porque a medida que nos choquemos con las inclemencias de la geografía deberemos optar por tomar un camino u otro; algunos serán más seguros pero nos harán hacer más rodeos, lo que complicara el tema del tiempo entendido en el sentido de llegar antes de que la nieve cubra todo; otros serán más cortos y dificultosos.

En algún momento llegan a Oregon pero eso depende de los caminos que hayan tomado antes. Por ejemplo, en este gameplay llega cruzando el río Columbia en una balsa, cosa que a mi me pareció sumamente riesgoso por lo que elegí seguir por el Barlow Road, bien tranquilo arriba del carro.

Si todo sale bien les saldrá una imagen como esta:

O como esta, dependiendo la versión y cómo hayan llegado.

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Básicamente de eso se trata este gran juego que pueden ganar en tan solo media hora si toman las decisiones correctas, de lo contrario morirán, serán asesinados o se ahogaran. Por esa razón esto es lo único que tengo para decir ya que no intentare nuevamente hacer una travesía tan intensa como esa pues no podría soportar el hecho de no llegar a Oregon teniendo en cuenta que en mi primer intento cumplí con mi cometido. Eso no significa, entonces, que el viaje sea tan sencillo como lo cuento. Suelen haber incursiones de los indios, peleas con campiranos en medio del camino y cosas por el estilo.

Me gustaría despedir este post con una reflexión acerca de los videojuegos, la Historia y los Estados Unidos pero lo cierto es que no se me ocurre ninguna. Eugenio me dijo que diga algo sobre las instituciones educativas publicas gratuitas que los pobres diablos como nosotros pagamos para que los hijos de otros vayan a perder el tiempo fumando porquerías y sobrepoblando la ciudad de psicólogos y diseñadores de interiores. Desde Ludopharmacos aborrecemos este y todos los modelos educativos pero preferimos que esos pobres diablos se paguen sus estudios y nos dejen más plata a nosotros para seguir comprando vinos y videojuegos.

Hasta luego,

Esteban.

4 comentarios en “Un poco de historia: The Oregon Trail

  1. ¿Entonces la película 200 millas a Oregon no existe? Y yo que la estaba buscando para verla (así llegué a este post). He vivido una mentira durante toda mi vida 😦

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